¿Sabías que la contaminación de aguas empieza en lugares que no imaginamos?
Cuando analizamos los orígenes de la contaminación de aguas subterráneas y superficiales, detectamos fuentes muy diversas. No todo comienza en industrias o vertederos. Muchas veces, el problema nace en zonas agrícolas, talleres o alcantarillas sin control.
Por eso aplicamos metodologías específicas para identificar compuestos como nitratos, metales pesados, pesticidas y compuestos orgánicos. Cada contaminante tiene una dinámica distinta y un impacto particular sobre los ecosistemas y la salud pública.
Descubre cómo evaluamos la calidad del agua antes de cualquier intervención
Para actuar de forma responsable, realizamos un análisis físico-químico y biológico del agua. Recogemos muestras en puntos estratégicos. Medimos parámetros clave como pH, turbidez, conductividad, oxígeno disuelto, coliformes y sustancias tóxicas.
Así determinamos el tipo de contaminación presente y su nivel de riesgo. Esta información nos permite tomar decisiones rápidas. También nos ayuda a comunicar con claridad los efectos potenciales en usos agrícolas, industriales o domésticos.
¿Por qué controlar la contaminación de aguas protege nuestros recursos hídricos?
El agua limpia es un recurso limitado. Sabemos que una vez contaminado un acuífero, su recuperación puede tardar décadas. Por eso aplicamos planes de prevención de contaminación de aguas residuales e industriales.
Usamos sistemas de contención, impermeabilización de suelos y seguimiento de vertidos. También proponemos soluciones naturales como humedales artificiales o barreras vegetales. Nuestro objetivo es simple: evitar que el contaminante alcance los cuerpos de agua.
Te sorprendería saber cuántos proyectos se ven afectados por la contaminación de aguas
Hemos trabajado en obras donde la presencia de contaminación de aguas freáticas obligó a rediseñar cimentaciones, desviar excavaciones o tratar el agua antes de su bombeo. La contaminación no solo daña el ambiente. También genera sobrecostes y retrasos.
Por eso recomendamos siempre un estudio hidrogeológico previo. Evaluamos la interacción entre el agua y el suelo. Este paso es clave en urbanismo, minería, agricultura o construcción de infraestructuras.
Mira cómo recuperamos cuerpos de agua contaminados
Cuando detectamos un caso de agua contaminada por vertidos, diseñamos un plan de descontaminación. Usamos técnicas como bombeo y tratamiento, oxigenación forzada o biorremediación. Cada estrategia depende del tipo de contaminante y del entorno afectado.
Trabajamos con equipos multidisciplinarios. Nuestros expertos en geotecnia, química, hidrología y microbiología colaboran en cada etapa. El resultado es un proceso técnico, eficiente y respetuoso con la normativa ambiental.
Estos son los errores que evitamos para no empeorar la situación
Hemos visto proyectos que intentaron resolver la contaminación de aguas residuales sin entender su origen. Aplicaron tratamientos incorrectos o removieron capas contaminadas sin protección. Eso solo diseminó el problema.
Nosotros primero estudiamos el flujo del agua, los niveles freáticos y los materiales filtrantes. Luego actuamos. Nuestra experiencia nos ha enseñado que una mala intervención agrava el impacto y puede multiplicar los costes de remediación.
Así ayudamos a cumplir con la legislación y evitar sanciones
En cada proyecto que desarrollamos, aplicamos las normativas vigentes en materia de calidad del agua y prevención de contaminación. Informamos a los clientes sobre sus responsabilidades. También asesoramos en la gestión de permisos y planes correctivos.
Gracias a estos procedimientos, muchas empresas han evitado multas, clausuras y conflictos con la administración. Actuar a tiempo no solo protege el medioambiente. También da seguridad jurídica y reputacional a largo plazo.