¿Por qué el análisis de suelos es lo primero que realizamos antes de construir?
Antes de colocar una sola piedra, realizamos un análisis de suelos detallado. Necesitamos saber si el terreno soportará la carga del proyecto. Si ignoramos esta etapa, arriesgamos asentamientos, fisuras o incluso colapsos. Por eso, analizamos cada propiedad física y mecánica del terreno.
Examinamos la compactación, la humedad, la granulometría y la capacidad de carga. Estos factores definen qué tipo de cimentación es viable. Así, optimizamos el diseño desde el inicio y evitamos sobrecostes en obra.
Conoce cómo detectamos riesgos ocultos bajo la superficie
No todo riesgo es visible a simple vista. En muchos casos, el análisis geotécnico del suelo revela cavidades, estratos blandos o capas inestables. Si no los detectamos a tiempo, cualquier estructura puede fallar.
Por eso usamos ensayos como el SPT, perforaciones, calicatas y análisis de laboratorio. También evaluamos la presencia de agua subterránea, un factor clave que afecta la presión, la expansión y la estabilidad del terreno.
Así decidimos el tipo de cimentación con base en el análisis de suelos
Cada suelo tiene un comportamiento único. Gracias al estudio de suelos para construcción, seleccionamos el sistema de cimentación ideal. Si el terreno es rocoso y estable, aplicamos cimentaciones superficiales. Si presenta arcillas blandas o capas poco resistentes, optamos por cimentaciones profundas.
Los datos que obtenemos nos indican si es necesario usar pilotes, zapatas o losas. Este enfoque nos permite optimizar materiales y mejorar el rendimiento estructural sin comprometer la seguridad.
¿Qué tipo de muestras tomamos durante el análisis?
Durante la campaña de campo, recogemos muestras inalteradas y alteradas. Las primeras nos ayudan a medir la resistencia en su estado natural. Las segundas, a determinar características como la granulometría o el contenido de humedad.
En el laboratorio, realizamos pruebas como corte directo, consolidación y compresión. Estas nos permiten conocer el comportamiento del suelo ante cargas y cambios de humedad. Todo lo hacemos siguiendo normativas técnicas y protocolos estrictos.
¿En qué casos el análisis de suelos es obligatorio?
Aplicamos un análisis del terreno para obras civiles en casi todos los proyectos. Desde una vivienda unifamiliar hasta un puente o edificio de gran altura. También lo realizamos en obras de rehabilitación estructural, especialmente si existen asentamientos o grietas.
Además, es indispensable cuando trabajamos cerca de ríos, laderas o terrenos con rellenos. Estos entornos suelen presentar condiciones variables e inestables, por lo que necesitamos tomar decisiones con base científica.
Esto es lo que logramos cuando aplicamos correctamente el análisis de suelos
Con un buen informe de análisis de suelos, anticipamos los problemas. Evitamos improvisaciones en obra. Reducimos riesgos y aceleramos tiempos. También damos respaldo técnico al cálculo estructural, al diseño de cimentación y al movimiento de tierras.
En muchos casos, nuestros clientes han ahorrado dinero gracias a un diagnóstico preciso. Cuando el terreno lo permite, ajustamos el tipo de cimentación para hacerlo más eficiente sin perder estabilidad.
¿Por qué es clave repetir el análisis si las condiciones cambian?
Si detectamos lluvias intensas, movimientos del terreno o excavaciones cercanas, repetimos el análisis. El suelo cambia con el tiempo. Por eso, actualizamos los datos cuando es necesario y ajustamos nuestras recomendaciones.
Trabajamos con responsabilidad. No dejamos que una variable imprevista ponga en riesgo todo el proyecto. Gracias al análisis continuo, mantenemos el control incluso en fases avanzadas de obra.